El presunto responsable de dichos delitos fue arrestado por agentes estadounidenses encargados de la seguridad aduanal, gracias a una investigación donde la ESA participó en cojunto. Después de su detención, se le imputó haber quebrantado la constitución Millennium Copyright Act, ley estadounidense que castiga a todo aquel que manufacture y/o distribuya los métodos para romper con la seguridad de derechos de autor.
Cada una de las sanciones que le asignan a Matthew Lloyd se castigan con un máximo de hasta 5 años, por lo que ambos cargos -de modificación en consolas Xbox 360, PS3 y Wii, además de la distribución del método- podrían acarrearle hasta 10 años de prisión.
La piratería, falsificación y otras violaciones a la propiedad intelectual no sólo cuesta a Estados Unidos empleos y miles de millones de dólares en pérdidas anuales, también pueden representar riesgos a la salud y seguridad de los consumidores.
Así lo declaró Robert Schoch, uno de los agentes que estuvieron a cargo del caso de Matthew Lloyd.
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